LA GALLINA TURULECA
Yo conozco a una vecina,
que ha comprado una gallina,
que parece una sardina enlatada.
Tiene las patas de alambre,
porque pasa mucha hambre,
y la pobre está todita desplumada.
Pone huevos en la sala
y también en la cocina,
pero nunca los pone en el corral.
¡La gallina turuleca es un caso singular!
¡La gallina turuleca está loca de verdad!
La gallina turuleca ha puesto un huevo,
ha puesto dos, ha puesto tres ¡turuleca!
La gallina turuleca ha puesto cuatro,
ha puesto cinco, ha puesto seis ¡turuleca!
La gallina turuleca ha puesto siete,
ha puesto ocho, ha puesto nueve.
—¿Dónde está esa gallinita?
—Déjala pobrecita, déjala que ponga 10
—¿Dónde está esa gallinita?
—Déjala pobrecita, déjala que ponga 10.
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