MI SEÑOR DON GATO

Mi señor don gato
hoy amaneció
enfermo y postrado
por hondo dolor.

Su esposa alarmada,
llena de aflicción,
dispuso que a escape,
viniera el doctor.

Unas quince ratas
dizque devoró;
y claro, le vino
fuerte indigestión.
Si a morir llegase
¡No lo quiera Dios!

Él tendría la culpa
porque fue glotón.
Miau, miau, miau
porque fue glotón.