LA RONDALLA

Alfonso Esparza Oteo
En esta noche clara
de inquietos luceros,
lo que yo te quiero
te vengo a decir.

Mirando que la luna
extiende en el cielo
su pálido velo,
de plata y zafir.

En mi corazón siempre estás
y yo no he de olvidarte jamás.
Porque yo nací, para ti
y de mi alma la reina serás.

En esta noche clara
de inquietos luceros,
lo que yo te quiero
te vengo a decir.

Abre el balcón y el corazón
mientras que pasa la ronda,
Mira mi bien, que yo también
tengo una pena muy honda.

Para que estés cerca de mí,
te bajaré las estrellas.
Y así, esta noche clara,
de toda mi vida será la mejor.