HILITOS DE ORO

Otra versión del mismo romance español anónimo. Él o ellos la juegan brincando en un pie. Al bajar el otro pierde y sale de la rueda.

Él o ellos

—Hilitos, hilitos de oro
que se me viene quebrando un pie
que manda decir el rey
qué cuántos hijas tenéis.

Ella o ellas

—Que tenga los que tuviere
que nada le importa al rey.

Él o ellos

—Ya me voy muy enojado,
a ver a mi padre el rey.

Ella o ellas

— Vuelva, vuelva caballero
no sea tan descortés;
de las hijas que yo tengo
escoja a la que gustéis.

Él o ellos

—No la quiero por bonita
y tampoco por mujer,
solo quiero una rosita
acabada de nacer.

Ella o ellas

—Pues escoja caballero,
escoja la que gustéis.

Él o ellos

—A ella escojo para esposa
a ella escojo por mujer.
Me ha parecido una rosa
me ha parecido un clavel.

Ella o ellas

—Pues le pido, caballero,
que me la trate usted bien.

Él o ellos

—Ella será bien tratada
pues soy el hijo del rey,
y para hacerme compañía
la he escogido muy, muy bien.