CONTRAPORTADA

Bajo el título paródico de una angustiosa película de ciencia ficción, el doctor Shanen Hacyan nos ofrece una serie de ensayos, breves de tono periodístico —lo que nos hace más legibles sin perder por ello su profundidad— que versan por supuesto acerca de la ciencia, esa especie de ogro filántropico que lo mismo nos ofrece maravillas, como abrir cada vez más el campo del conocimiento —hasta límites que hace menos de un cuarto de siglo parecían inimaginables— que nos amenaza con armas terribles o con la deshumanización definitiva .

De este modo, en Cuando la ciencia nos alcance el doctor Hacyan nos presenta lo mismo facetas de la vida amorosa de Einstein, ese prototipo del sabio tal como muchos aún lo conciben: distraído, descuidado en el vestir pero, como veremos, con buen ojo hacia las damas, que la descripción de un hoyo negro, esa extraña criatura cósmica de la que aún se sabe tan poco debido a que entre sus propiedades se encuentra la muy sorprendente de no dejar escapar la luz que, inocentemente, cae en su círculo de acreción.

No podía faltar en este muestrario de las maravillas de la ciencia moderna la llamada "teoría final de la materia", formulada por Steven Weinberg, que nos asegura no falta mucho para que los científicos estén en posesión de una teoría que explique nada menos que todo el comportamiento de la materia. El catálogo de los temas tocados en este libro es vasto y , por supuesto, muy interesante. La ciencia ocupa un lugar cada vez más importante en nuestra vida y no es vana la ocupación de entrever lo que puede depararnos.

El doctor Shanen Hacyan obtuvo la licenciatura en física en la UNAM y el doctorado en física teórica en la Universidad de Sussex, Inglaterra. Es investigador del Instituto de Física en la Facultad de Ciencias y autor prolífico de esta colección en la que ha publicado, incluyendo el presente, cuatro libros. Alterna estas actividades escribiendo novelas como Regreso a Laputa y Balnibardi, UNAM, 1993 y artículos de divulgación científica.

Diseño: Guillermo Huerta González