XIX. RAYOS Y CENTELLAS

A NADIE le ha caído nunca un rayo por la sencilla razón que los rayos no caen... sino que salen del suelo. Así que por corrección habría que decir: "A Pedro le salió un rayo." Aunque esto ya se sabía desde hace tiempo, la investigación sobre rayos, truenos y relámpagos se veía limitada por no poder producirlos a voluntad. En los últimos años, los doctores Fieux y Gary han estado echando rayos y centellas desde un laboratorio en el Macizo Central en Francia. Los rayos producidos llevan una corriente eléctrica de entre 2 y 20 kiloamperes, y suben con velocidad de 20 kilómetros por segundo o de 100 km/s, más o menos, dependiendo de si la nube hacia la que suben está cargada negativa o positivamente. Como fenómeno sorprendente, Fieux y Gary observaron una "bola de fuego", probablemente producida por una nubecilla de gas incandescente, que podría tener algo que ver con lo que ellos llaman" el folclor de las centellas".