XXIX. MARTE Y SUS CANALES

LA DISCUSIÓN acerca de los canales de Marte continúa una larga polémica que se inició con Schiaparelli hace más de 100 años. Los famosos canales marcianos han sido fuente de toda clase de imaginerías: civilizaciones refinadas, culturas extintas, gigantescos proyectos de irrigación que dejarían los canales siberianos como empresa liliputiense. Son innumerables los autores, novelistas, charlatanes y hasta astrónomos respetables que han creído en la realidad de esos canales y se han dedicado libros y atlas a su descripción detallada. Ante toda esa información, la verdadera y la inventada, las mentes conservadoras han hecho gala de escepticismo y han entrado en la polémica para deshacer entuertos, achacando la observación de los canales a ilusiones ópticas o a la autosugestión de los testigos.

Las fotografías de Marte tomadas desde las naves Mariner en la década de los setenta deberían haber terminardo con la discusión. O por lo menos, eso es lo que se creía. Los planetólogos Fox y Sagan —famoso éste por sus espléndidos programas para televisión— se dedicaron a comparar minuciosamente las fotografías de los Mariner con el atlas de los canales publicados por Slipher en 1962. Ellos trataron de decidir si los "canales" observados al telescopio correspondían con características topográficas registradas en las fotografías, como valles, cañones series de cráteres. Y en efecto, Fox y Sagan encontraron que unos cuantos "canales" pueden explicarse mediante accidentes del terreno marciano. Pero la mayoría de los canales no tienen una clara correspondencia topográfica en la realidad, por lo que los autores los relegan, otra vez, a meras ilusiones ópticas producidas por las imperfecciones de nuestro sistema visual.

Esta conclusión sólo hizo que la polémica se renovara. Considerando que hay demasiadas coincidencias entre "canales" observados y dibujados independientement algunos no están dispuestos a culpar de su existencia a la mente calenturienta de los observadores, e insisten en que debe existir alguna explicación física de tales "canales". Un argumento válido en apariencia apunta a la imperfección de los mecanismos de observación del Mariner, que no podían distinguir características de la superficie marciana que contrastaran poco de su medio circundante.