LIV. NEOMESMERISMO

EL MESMERISMO pasó a la historia sin haber adquirido nunca un buen status científico, aunque de vez en vez resurge disfrazado, como en las pulseras magnéticas que se pusieron de moda hace unos años. Con estos antecedentes, la mención de posibles efectos curativos de ondas electromagnéticas largas (para distinguirlas de los rayos infrarrojos y X) provoca la incredulidad de los científicos, quienes recuerdan la fortuna de muchos charlatanes.

Desde hace varios años se han estado usando en medicina ondas electromagnéticas de muy alta frecuencia en el tratamiento de lesiones o heridas de diversos tipos. La evidencia acumulada en los últimos 20 años muestra que el tratamiento con pulsos electromagnéticos, con frecuencia en la banda de un metro, acelera el proceso de regeneración de tejidos lastimados. Si esta técnica no ha salido de la etapa experimental en diversos hospitales, principalmente de los EU y el Canadá, es porque ella produce multiplicidad de efectos y porque todavía se desconoce el mecanismo por el cual la onda electromagnética interactúa con los procesos celulares.

Todo indica que la onda electromagnética afecta los potenciales eléctricos a través de la membrana celular, lo que a su vez modifica el transporte de iones por la misma. Éstos son fenómenos muy complejos a los que habrá que dedicarles muchas investigaciones que podrían conformar una nueva especialidad: la electrobioquímica. Además, el adelanto del tratamiento con pulsos electromagnéticos indudablemente estimulará nuevas vías de investigación que quizá deparen importantes sorpresas.

Graphics