X.PERCEPCIÓN ESPACIAL

CUANDO alguien ve algún objeto no solamente percibe su tamaño, su forma, su color, sino que es capaz también de determinar su posición con respecto a otros objetos. Este hecho constituye la percepción espacial. La posibilidad de la percepción espacial implica varios factores que se pueden dividir en dos grandes categorías: monoculares y binoculares. Los primeros son los que funcionan solamente con un solo ojo, mientras que los factores binoculares son los que operan con los dos ojos al mismo tiempo.

Factores monoculares. Los siguientes factores son los que se perciben con la ayuda de cada ojo separadamente: superposición, brillantez, paralaje, elevación, color y distinción de contornos. Veamos brevemente cada uno de estos factores.

La superposición es la obstrucción parcial de un objeto por otro, dando la impresión de que el objeto parcialmente está en una posición más lejana. Así, en la figura 63 el cuadrado oscuro está superpuesto al cuadrado blanco. La impresión que se lleva uno es que el cuadrado oscuro está más cerca del observador que el cuadrado blanco. El cerebro determina que el objeto que está parcialmente cubierto está detrás del objeto que cubre. Este es un factor que ayuda a determinar posiciones relativas de cuerpos.

La brillantez de un objeto es una sensación subjetiva que está relacionada con la intensidad de la radiación que llega a los ojos. Así, si un objeto emite luz con mucha intensidad lo percibimos en forma muy brillante. La brillantez es un factor que ayuda a determinar posiciones de objetos; mientras más brillante se vea un objeto nos parecerá que está más cerca de nosotros.





Figura 63. El cuadrado oscuro cubre parte del otro cuadrado. Decimos que el cuadrado oscuro está más cerca de nosotros.

El paralaje es el cambio de posición relativa de un objeto con respecto a otro. Por ejemplo, cuando una persona se mueve en un sentido, el observador tiene la impresión de que los objetos cercanos se mueven en el sentido opuesto, aun sabiendo que éstos están en reposo. Uno dice que ciertas partes pertenecen a un objeto debido a que al moverse, o mover la cabeza, estas partes presentan siempre el mismo ángulo visual; solamente cuando hay diferencias en los ángulos visuales percibimos que provienen de objetos distintos.

La elevación se refiere al hecho de que un objeto, más alto que otro da la impresión de encontrarse más separado.

El color también juega un papel, aunque indirecto, en la determinación de relaciones espaciales; el color ayuda a determinar qué partes pertenecen a un objeto y cuáles no le pertenecen. Colores iguales tienden a representar superficies continuas y por tanto, a un mismo objeto. Colores distintos tienden a separar unas áreas de otras. Estas distinciones ayudan de manera indirecta a la localización espacial. La separación entre colores implica contornos que ayudan a localizar al objeto; un contorno borroso nos da la impresión de que el objeto está muy lejano.

Hemos de mencionar que en la operación de la visión los factores mencionados se presentan de manera simultánea; cada uno de ellos no opera individualmente. De hecho, cada factor ayuda a los otros para que el cerebro tenga más elementos a fin de determinar relaciones espaciales de los objetos.

Factores binoculares. Éstos son factores que quedan determinados por la acción conjunta de los dos ojos. Resultan de la comparación que hace el cerebro de las imágenes que se forman en cada una de las retinas: se comparan sus formas, tamaños y posiciones. En general, las dos imágenes que del mismo objeto se forman en cada una de las retinas son ligeramente distintas una de la otra, debido a que las retinas están separadas.Estas diferencias las percibe el cerebro y le permiten tener indicaciones que le ayudan en la localización espacial. Consideremos la siguiente situación.

Imaginemos que se coloca un cuadrado entre los dos ojos de una persona de manera simétrica, como se muestra en la figura 64. Las imágenes que forma este cuadrado en cada retina se muestran en la figura. En el ojo izquierdo se forma la imagen en la porción AB de la retina, mientras que en el ojo derecho se forma en la porción A'B'. Es más, la imagen de la mitad derecha del cuadrado, LM, se forma en la región AC de la retina izquierda, mientras que se forma en la región A'C' de la retina derecha. Asimismo, la mitad izquierda del cuadrado, KL, se forma en la región CB de la retina izquierda, y se forma en la región C'B' de la retina derecha. Es claro que todas estas cuatro regiones de la retina son iguales entre sí.





Figura 64. Ejemplo de efecto binocular.





Figura 65. El cerebro percibe las diferencias en las distintas regiones estimuladas en la retina, que le ayudan a saber la orientación de los objetos.

A continuación, supóngase que se voltea el cuadrado (Figura 65). Las imágenes que se forman en las retinas son ahora: DFE en la retina izquierda y D'F'E' en la retina derecha. Además, las imágenes de la mitad derecha del cuadrado LM se forman ahora en la porción DF de la retina izquierda, mientras que esta misma mitad forma una imagen en la región D'F' de la retina derecha. Además, la mitad izquierda del cuadrado, KL, forma una imagen en la porción FE de la retina izquierda, formando una imagen en la región F'E' de la retina derecha. Observamos ahora que la región en que se forma la imagen en la retina derecha es menor que la correspondiente región en la retina izquierda. Son justamente estas diferencias en las dos imágenes las que utiliza el cerebro para indicar la orientación de los objetos. Es claro que para llevar a cabo esta comparación es necesario que los dos ojos produzcan simultáneamente imágenes.

El efecto de factores binoculares, también ayuda al cerebro en la percepción de profundidad, que da lugar a la sensación de tres dimensiones, o sea, espacial. Después de todo, las imágenes que se forman en la retina ocurren sobre una superficie; es decir, las imágenes son en dos dimensiones. Las diferencias entre las imágenes formadas en las dos retinas dan indicadores que finalmente nos permiten tener la sensación de tres dimensiones o estereoscópica.