XV. SENSACIONES INTERNAS

ADEMÁS de las sensaciones descritas en los capítulos anteriores, el hombre es sensible a otro tipo de estímulos, que aparecen al excitarse ciertos receptores internos. La excitación de éstos se determina por los procesos que se desarrollan internamente. Podemos mencionar como ejemplos las sensaciones de hambre, sed, sexuales, etcétera.

Resulta que existen receptores internos en los órganos digestivo, de la respiración, del sistema urogenital, etcétera.

En general, el tipo de excitaciones que dan lugar a la sensación de hambre, por ejemplo, provienen de un buen número de receptores que se encuentran distribuidos en muchos lugares del cuerpo. Así, la sensación de hambre es el resultado de la interacción de las señales que provienen de muchos receptores que se encuentran a lo largo del aparato digestivo: en la lengua, en el esófago, en el estómago, etc. Algo análogo se puede decir de las otras sensaciones.