Artículo 1o. Si encuentras un pájaro herido, levántalo cuidadosamente. Sujétale la cabeza con suavidad, y examínalo soplando sus plumas para ubicar la herida. Las heridas leves desinféctalas con yodo; las graves deben ser atendidas por un veterinario. Llévaselo en una bolsa de papel o en una caja.
Artículo 2o. Si tiene una pata o algún otro hueso roto, entablíllaselo o amárraselo usando un trocito de madera y tela... Si ves que tu tratamiento no resulta, recurre al veterinario.
Artículo 3o. Si sólo ha caído del nido, regrésalo a él. O ponlo en un lugar a salvo de otros animales, desde donde pueda ser llevado por sus padres al nido.
Artículo 4o. Si está abandonado y no encuentras el nido, críalo tú mismo hasta que pueda volar. Después, suéltalo.