Cada vez hay menos personas que creen en seres mágicos, feroces y maléficos. Nadie ha capturado a alguno de ellos; ni siquiera han podido tomar una buena fotografía. Se pone en duda su existencia pues no hay pruebas científicas.
Sea como sea, ¡qué divertido y emocionante es que ronden en nuestra imaginación!