¡Quién no ha oído del Yeti, el abominable hombre de las nieves! Este animal fabuloso vive en las alturas nevadas del Himalaya. En el Tíbet saben de su existencia desde hace muchos siglos, pero quien lo dio a conocer al resto del mundo fue el explorador y alpinista inglés Sir Edmund Hillary.
Cuando estaba escalando el monte Éverest, este explorador se encontró unas enormes huellas, "precisamente las del Yeti", dijeron los monjes que tienen su convento en esa montaña, y para demostrar que decían la verdad le entregaron la cabellera del monstruo. Muy diligente, sir Hillary la llevó a Inglaterra, donde unos expertos dictaminaron: "se trata de una cabellera falsa; está confeccionada con pieles de varios animales". ¿Y qué explicación ofrecieron los monjes? Que habían entregado una imitación, pues la verdadera cabellera la tenían muy bien guardada.