Texto: Patrick Goldsmith
Con un espectácular clavado, un pelícano atrapó un sabrosísimo pescado.
—¿Qué, te gusta el pescado crudo?
—Con el hambre que tengo, me lo comería con todo y espinas.
En esta isla hay seis tesoros. Si los encuentran, podrán salir de aquí.
Si no...
—¡Miren! si seguimos este camino, seguro llegamos a donde está el primer tesoro.
—¡Qué sed tengo! ¿Cuándo iremos a encontrar agua?
Al pronunciar la palabra AGUA apareció un río, y todos exclamaron:
—¡Claro! Es dulce, y corre. ¡Cómo no lo adivinamos antes!
Se abalanzaron hacia el agua, pero los detuvo una voz.
—Beberán hasta que contesten dos preguntas. ¿Qué tienen ustedes en común con este río?
—Las tres cuartas partes de nuestro cuerpo son agua.
—¡Correcto! Ahora, díganme por qué tienen sed.
—Exacto —dijo la voz. Ya habrán perdido como dos litros de agua cada uno. Beban de mis aguas frescas y coman frutas, que también les quitan la sed.
Estaban frente a una enorme mesa... vacía, desgraciadamente.
—A ver, la segunda adivinanza... "Me podrán buscar en la carne de lo que vuela y nada y corre..."
—Eso es fácil: las aves vuelan...
—Unos niños muy listos. Se trata de la proteína, pronunció la voz.
De repente la mesa se llenó de comida. Ahora podrán comer de estas cosas ricas en proteínas.
Después de caminar muchas horas, cuando ya tenían otra vez hambre, vieron unos aparatos extraños.
—No creo. Tiene dibujos de comida. El mapa dice "En manjares dulces estamos, y en comida con almidón.
—¡Ya sé lo que es! ¡Son los hidrocanguros!... digo... los hidrocarburos.
¡No! ¡No! los car—bo—hi—dra—tos.
Los carbohidratos son uno de los combustibles más importantes para el cuerpo.
Dan energía rápidamente. Ya se pueden servir.
Corrieron a apretar las palancas de las diferentes bombas, y salieron papas, panes, botes de mermelada y de miel, manzanas, plátanos y muchas otras cosas por montones...
Comieron y salieron corriendo por el camino. Al poco tiempo llegaron a un cerrito que tenía encima un edificio muy extraño.
"Azote soy de los gordos y mucha energía doy".
Subieron; cuando llegaron a la parte de arriba del molino vieron montañas de ajonjolí, soya, cocos, maíz y cacahuates.
—¿Qué pasará si le damos vuelta a la manija?
Abajo en el valle, había barras de mantequilla, jarras de crema, bolas de queso, lonjas de tocino, botes de manteca...
—Y acá, dijo la voz, están las grasas animales, que les dan la mitad de la energía que necesitan. Llévense uno de estos quesos para el camino.
—Como ven —dijo la voz— las vitaminas están naturalmente en sus alimentos. ¡No tienen que comprarlas en la botica!
—Según el mapa, el sexto tesoro estaba en la orilla del mar.
"Estamos en la tierra y estamos en el mar". ¿Qué puede ser?
Allí, pegados a las rocas, vieron unos montecitos blancos.
—No sólo la sal —dijo la voz— sino todos los minerales que necesitan para vivir. La sal ayuda a la sangre a llevar la comida, el agua y el oxígeno a las células. Y hay otros minerales que son importantes para el cuerpo...
| calcio: pan, frijoles, leche, queso,
verduras verdes |
endurece huesos y dientes |
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| fósforo: en casi toda la comida | apoyo al calcio | |
| hierro: en casi toda la comida, agua, espinacas | produce la hemoglobina de los globulos rojos | |
| yodo: agua, comida que proporciona el mar, verduras | para que funcione la tiroides. Previene el bocio. |
Ya encontraron todos los tesoros esenciales para la vida: El agua, las proteínas, los carbohidratos, las grasas, las vitaminas y los minerales. ¡Que tengan un buen viaje!
