Texto e Ilustración: Alberto Beltrán
Los seres humanos nos caracterizamos por poseer una dieta muy variada. Nuestra inteligencia nos ha permitido seleccionar los alimentos más adecuados a nuestras necesidades y, además, inventar platillos agradables a nuestro paladar. Los mexicanos, por ejemplo, tenemos fama de ser un pueblo muy creativo en este aspecto y, como verás enseguida, somos capaces de transformar en comida casi todo lo que existe en la naturaleza.
Al gusano de maguey, ya lo conoces, seguramente. Aquí sólo te diremos que no es un gusano cualquiera, sino la oruga de una mariposa nocturna. En náhuatl, su nombre es meocuilin, crece en las pencas del maguey. Tiene un pariente muy cercano, el chinicuil , que vive escondido en el cogollo de la misma planta. Ambos son exquisitos, sobre todo si se comen en tacos, con guacamole.
El chapulín, o sea el saltamontes ninfal, es otro de los alimentos que proviene del reino de los insectos. Los pobladores de los valles centrales de Oaxaca los preparan así: primero los dejan en remojo toda una noche, luego los ponen a hervir, y finalmente les agregan abundante jugo de limón.
¿Has escuchado hablar alguna vez de los jumiles? Son unos insectos hemípteros, muy comunes en los estados de Guerrero y de Morelos. Allí mucha gente los come vivos; según parece, porque así saben mejor. Además, se prepara una salsa de jumiles que es muy apreciada.
¿Sabes lo que es un regicidio? Así se denomina al asesinato de un rey. Pues bien, te contaremos un secreto: los habitantes de Huatusco, Veracruz, son unos "regicidas" pues, a ellos les gusta comer chicatanas, que son las hormigas rojas reinas, muy abundantes en aquellos lugares. Pero eso sí, sólo les comen el vientre, con el cual también preparan una sabrosa salsa.
Existen alrededor de 60 mil especies de insectos.
Imagínate entonces, la gran cantidad de manjares elaborados con ellos. Hasta las larvas de las hormigas se comen. En Michoacán se las denomina iujis, y en otras partes se las conoce con el nombre de escamoles.
Te presentamos el guisado de romeritos, acompañado de las clásicas tortas preparadas con ahuautle, que son los huevecillos de un mosco muy conocido en el lago de Texcoco.
¡Ah!, a propósito de lagos, en el de Pátzcuaro, abundan unos camaroncillos deliciosos llamados acociles. Allí también habitan los ajolotes o achoques, que se comen fritos o en tamales.
En México también comemos flores. Aquí te mencionamos algunas:
La flor de calabaza, la flor de colorín, (conocida también como gasparito, machete o pito ), la flor del izote, o yuca, y la flor de quiote, o sea la inflorescencia del maguey.
¿Y qué nos dices del huauhzontle? ¡Qué sabroso es, preparado con queso y capeado con huevo! La semilla del huauhzontle se conoce con el nombre de alegría.
Con ella se elaboran dulces en marqueta muy populares.
El maíz es, en verdad, una planta a todo dar.
Figúrate que a veces hasta le sale un hongo comestible, conocido con el nombre de huitlacoche. Nuestras cocineras lo usan para hacer exquisitos guisados, sopas y quesadillas.
De maíz se preparan galletitas:
Las llamadas gorditas de la Villa, que se hacen con maíz cacahuatzintle. Para que las gorditas no se peguen al comal, las gorderas de la Villa ponen piedritas de hormigueros, bien lavadas, desde luego.
Otras gorditas son las denominadas encaladillas. Son muy codiciadas en las inmediaciones de la ciudad de Colima, pero sólo se venden los días martes.
Los
¿Y qué son los tamales? Básicamente, consisten en una pasta hecha con harina de maíz, envuelta en hojas de mazorca de maíz o de plátano, cocida al vapor. Hay tamales con rellenos para todos los gustos: de puerco, de gallina, de chipilín*, de tepezcuintle, de frijol, de iguana... y hasta de víbora.
También los hay de dulce y de fruta.
También hay tamales sin relleno, llamados blancos o de manteca. Reconocidos son los de Michoacán, en donde se llaman corundas. Se hacen de varios ángulos o puntas, envueltos en hojas verdes de maíz. Por lo común son de 5 puntas; pero si una muchacha consigue hacerlos de más, hasta de 7, se dice que ya está en condiciones de ser una buena esposa.
Y hablando de tamales, aquí tienes un pequeño poema ingenioso para que lo recites cuando estés ante uno de esos apetitosos alimentos.
"El tamal que me enviaste,
aunque no sé con quién,
no está mal porque está bien,
y está bien porque es-ta-mal".
Y siguiendo con los tamales, te contaremos una anécdota que tal vez te parezca divertida, hela aquí:
EL DIARIO DEL ZUAVO
Durante la invasión francesa a México, vinieron a nuestro país muchos soldados, entre ellos los de infantería, llamados zuavos. Había uno que acostumbraba a escribir a diario lo que le llamaba la atención, lo que le parecía pintoresco. Las frutas que nunca antes había visto, como la anona, el chicozapote, le llamaban mucho la atención. Cierta vez escribió: "También he visto un fruto al cual hay que quitarle las hojas cuidadosamente. En el interior es como una masilla, que contiene ¡un pedazo de carne de puerco! Todavía no conozco el árbol que produce este fruto, que en esta tierra mexicana se llama tamal"
¿Habrá encontrado el soldado zuavo alguna vez al "árbol que da el tamal"?
Bueno, pasando a otra cosa, te platicaremos ahora del mole. Como bien lo sabes, se le llama así a una salsa típicamente mexicana. En cada región de nuestro país se preparan diferentes clases de moles. Entre los más conocidos, están el mole poblano, o el mole negro de Oaxaca, el huaxmole de la región mixteca, el mole tlatonile, de Huatusco, y el mole verde o pipián.
Los entendidos afirman que el mole poblano es uno de los más sabrosos. ¿Será cierto? Por si acaso, aquí te enumeramos los ingredientes para su preparación: Chiles mulato, pasilla y ancho, ajonjolí, pasas, jitomate, ajos, cebolla, canela, clavo, pimienta, pan dorado, chocolate, azúcar, sal y cacahuate.
¿Sabes una cosa? De tanto hablar de comidas, se nos están antojando unos coricos preparados por ti. ¿Te animas?
INGREDIENTES:
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PREPARACIÓN:Se bate la manteca con el azúcar, se agregan poco a poco los huevos bien batidos con la harina, la Masela y el Royal. Se termina de amasar con leche o con el jugo de naranja. Con esa masa se hacen figuras de roscas, trenzados o cuernitos. |
¿Y que tal unos
tamales?
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Ingredientes: 1 kilo de harina de maíz. ½ kilo de manteca vegetal. ½ kilo de queso añejo rallado o panela. 2 cucharaditas de polvo para hornear. Sal y agua tibia, la necesaria |
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Preparación: Se derrite la manteca y se revuelve todo, agregando poco a poco el agua tibia, hasta obtener una mezcla a punto de lodo. Después de batirla durante cinco minutos, se envuelven porciones de esta masa en hojas de maíz, o en pedazos cuadrados de papel aluminio (viene en rollo). Si quieres parte de tus tamales con un sabor picosito delicioso, prepara la siguiente salsa que irás agregando a cada tamal antes de envolverlo: Chile cuaresmeño en rajas, dos jitomates grandes y sal al gusto. Lo anterior se fríe en manteca durante cinco minutos y listo. ¡Ah!, no olvides que estos tamales se cuecen a baño María durante 35 minutos. |
Si no te salen al primer hervor, báilales alrededor...¡Y buen provecho!