En una emocionante pelea, el Ganso Guerra retó al Bolillo Bonilla por el título de campeón de peso migaja. El Ganso le conectó muy buenos golpes a su rival e inclusive lo mandó a la lona en el segundo asalto. Pero al final del quinto el Bolillo derribó al Ganso con un aplastante nocaut.
Fue su escaso valor nutritivo lo que permitió que ganáramos, dijo el apoderado de Bonilla, el Taco Nopales.
Efectivamente, el Ganso Guerra quien subió al cuadrilátero con sólo 40 gramos, no contiene ni la mitad de las proteínas del Bolillo.
Aunque se mostró un boxeador hábil, el pastelillo careció del vigor necesario porque está elaborado con grasas saturadas y diversos aditivos que en nada benefician a la salud.
A pesar de su deslucida actuación, el Ganso contaba con el incondicional apoyo de sus aficionados. Éstos, sin duda, ignoran que el famoso "relleno cremoso" de su héroe no es hecho con leche, sino con aceite de coco hidrogenado. Y que su cubierta "de chocolate" en realidad está compuesta por un mínimo de cocoa para darle color a chocolate. Y además, que su sabor se obtiene con ingredientes químicos sintéticos.
Al preguntárseles al Bolillo Bonilla qué problemas le había ofrecido su contrincante, el veterano de 70 gramos respondió:
Quizá parezca sabroso y llenador como todos los pastelillos industrializados, pero no me representó mayor problema porque nutricionalmente lo supero.
Acalorado por la victoria, el campeón procedió a denunciar a su rival, acusándolo de "ladrón de apetitos" e "inútil fomentador de caries".
Por su parte, al Ganso Guerra tuvieron que retirarlo del cuadrilátero en camilla. Deliraba por la tranquiza que había recibido y sólo se logró escucharle una palabra: "Recuérdame..."