Para tomar con las cámaras las imágenes de un programa de televisión hace falta mucha luz. Por eso, bajo el techo del estudio, hay una estructura de tubos con poderosos reflectores colgando. También se usan reflectores montados sobre tripiés. Es muy importante la forma como se ilumina la escena. Si la luz viniera de un solo lado, se verían sombras muy artificiales. Usando muchos focos se puede conseguir una luz general pareja. Además, otros reflectores se enfocan especialmente hacia los actores para conseguir efectos dramáticos. De modo que para cada escena se orientan los reflectores en distinta forma y se decide cómo debe de ir variando la iluminación. Esto se llama "puesta de luces".