Fotografías: Jesús Sánchez Uribe
Ahora grabaremos la letra "R". Pero la vamos a dibujar al revés sobre
la papa.
Luego remojamos en anilina la letra grabada, y la imprimimos sobre una hoja de papel.
La "R" quedó finalmente como debía ser. ¿Qué te parece?
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Esta niña quiso hacer un sello con su nombre, para imprimirlo en sus
cuadernos y libros.
Tomó un pedazo de jabón y con la punta de un bolígrafo,
grabó su nombre sobre él.
Pero, claro, al revés y empezando por la última
letra.
Cuando imprimió el pedazo de jabón sobre el papel, le quedó así.
¡Haz la
prueba con tu nombre. A ver cómo te sale!.
Ahora que ya conoces algunos "misterios" respecto al grabado,
puedes utilizar otros materiales más duraderos, como la madera o el neolite.
Se necesita lo siguiente:
Cómo fabricar tus propias herramientas
Si quieres fabricar una gubia, consíguete un paraguas viejo.
¿Viste que tiene
muchas varillas? Pues con ellas se pueden hacer gubias muy buenas.
Sólo tienes que cortar un trozo de unos 10 centímetros e insertarlo en un mango
de madera.
Finalmente, achata el extremo libre con unos golpes de martillo.
Y con una lija de agua, o con una piedra, sácale un buen filo.
¡Ya tienes la
gubia!
Necesitarás una navaja de mango para hacer trazos más finos.
Corta un trozo de palo de escoba de 20 centímetros de largo.
Corta además un pedazo de cámara de bicicleta del mismo largo.
Introduce el trozo de palo de escoba en el de la cámara.
Si embona bien, no hay problema.
Pero si el palo queda "bailando" dentro de la misma,
tendrás que aumentar el grosor del palo recubriéndolo con papel.
No debes olvidar que la cámara debe quedar perfectamente ajustada al palo.
Coloca después un clavo en cada extremo del palo y constrúyele un mango
de alambre tal como aparece en la figura.
Ya tienes todo lo necesario. Haz lo siguiente:
Prepara la madera o el neolite. Alisa la superficie, frotándola mediante movimientos circulares con una lija de agua.
Si usas madera, ésta debe quedar sin ninguna aspereza. Pásale la mano y así lo percibirás.
Si es neolite, líjalo para quitarle la grasa que lo recubre, hasta que quede gris.
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Dibuja tu "obra de arte" con un lápiz suave sobre un trozo de papel delgado.
Coloca el papel dibujado sobre la plancha de madera o neolite.
Frótalo hasta que el diseño se pase a la plancha.
Finalmente repasa las líneas de tu dibujo con un bolígrafo para que no se borre.
Y AHORA ¡A GRABAR!
Con una herramienta comienza a grabar.
Puedes seguir las líneas levantando los pedazos de madera o neolite.
O puedes escarbar alrededor de tu dibujo, dejando éste, como lo hiciste con tus sellos de papa. ¿Recuerdas?
Naturalmente que, como la plancha es más dura, debes presionar tu herramienta con más fuerza.
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Cuando adquieras ese dominio, la herramienta irá por donde tú quieras, siguiendo
correctamente el trazo de tu dibujo.
Y, además, nunca te ocurrirá un accidente.
Como ves, un grabador deber ser cuidadoso. Y entonces todo sale bien.
Cuando termines, tu grabado se verá así:
Ahora, bate primero la tinta con la espátula.
Luego, entinta el rodillo, hasta que éste quede totalmente cubierto.
Cuando veas que la tinta cobra una consistencia uniforme, empieza a entintar la plancha con el rodillo.
Ya sabes que la tinta tiene que cubrir perfectamente las partes sobresalientes.
En cambio, las partes que ya entresacaste con tus herramientas, deberán quedar limpias de tinta.
Cuando termines el entintado, la plancha te quedará así:
Cuando la plancha esté completamente entintada, debes escoger una hoja de papel de un tamaño un poco mayor al del grabado que quieres imprimir. Coloca sobre el papel la plancha con la parte grabada hacia arriba, tratando de que quede bien centrada. Para mayor seguridad, marca las esquinas.
Ahora toma otra hoja de papel de las mismas dimensiones que la que pusiste debajo, y colócala con mucho cuidado sobre la plancha entintada. Trata de que la hoja de abajo coincida con la que pusiste encima. De esa manera asegurarás que el grabado se imprima en la parte central del papel.
Y bien, lo único que te queda por hacer es tomar un peine o una cuchara de metal y comenzar a frotar sobre el papel colocado encima de la plancha entintada. La frotación se hace desde el centro hacia las orillas.
Debes frotar con firmeza, pero no con demasiada fuerza, pues el papel podría
romperse si no lo haces con cuidado.
Cuando hayas frotado un buen rato y sientas curiosidad por saber cómo va tu trabajo, puedes "espiar" por una esquinita. Si todo va bien, levanta la copia un poco por la otra esquina. Y si ves que el grabado de la plancha ha pasado totalmente a la hoja de papel, puedes empezar a levantar éste con mucho cuidado.
Y seguir hasta despegarlo por entero, para que te quede así:
Como verás, la copia que sacaste está fresca y se puede manchar, por lo que deberás secarla.
Para esto tienes que construir un tendedero parecido al que usan en tu casa para secar la ropa.
Si deseas sacar otra copia, deberás entintar nuevamente la plancha.
Sólo así puedes repetir el procedimiento, siguiendo cada vez los pasos indicados anteriormente. De esta manera conseguirás tener dos, tres, cuatro y hasta diez copias de un mismo grabado, que podrás regalar a quien desees.
Y ahora que ya sabes algunos secretos del grabado,
te dejamos solo
para que
puedas haces cosas tan hermosas como ésta: