¿Qué tan buenos son tus oídos? Considera las veces que has estado cerca de una fuente de sonido sin que realmente hayas estado escuchando. Vamos a hacer un ejercicio. Escoge un rincón de tu casa en el que te sientas cómodo y tranquilo. Lleva lápiz y papel para escribir. Ahora, siéntate y, por lo menos durante cinco minutos, escucha. ¿Oyes algo?, ¿el ruido de las verduras que se cuecen en la cocina?, ¿alguna llave mal cerrada que gotea? ¿Qué ruidos escuchas que no sepas muy bien de dónde vienen? Anota en el papel los que sí identificas, los que no, los que te imaginas. Ahora, repite el ejercicio afuera de tu casa y compara las dos listas.