Dos comerciantes brujos andaban de pueblo en pueblo vendiendo su mercancía; uno podía transformarse en ratón y el otro en rayo. Llegaron a un poblado y se quedaron en una casa. A media noche sintieron que unos animales los pisoteaban; se levantaron muy asustados para sacar a las bestias. Pero los dueños de la casa corrieron a los comerciantes por maltratar a sus animales.
Váyanse inmediatamente les dijeron.
Y los comerciantes se fueron. Los de la casa se transformaron en tigres, y fueron a esperarlos al camino. Se trataba de toda una trampa para comerse a los comerciantes. Al empezar la vereda, éstos se detuvieron.
¿Qué hacemos? Es peligroso andar a oscuras.
Conviértete en ratón y averigua si hay algún peligro.
El comerciante se hizo ratón y fue a investigar. Más adelante, vio dos tigres y regresó a avisarle a su compañero. Éste sacó un cigarro y se puso a fumar. Poco a poco el humo del cigarro se fue transformando en nube. El hombre se metió en la nube y, en ella, se fue al cerro.
Cuando llegó encima de donde estaban los tigres, soltó un rayo y los mató. Luego, regresó a donde estaba su compañero, y así los dos comerciantes pudieron seguir su viaje sin peligro.