Este libro es para ti, para tus compañeros, amigos y vecinos, para tus familiares y para todo aquel que esté preocupado por el medio ambiente.
Seguramente tú conoces el ambiente que te rodea y cómo aprovecharlo. De ahí obtienes los alimentos que se cultivan en el tipo de tierra que hay en la región donde vives, lo que proviene de los animales que se crían en ese lugar y los materiales que la gente de tu comunidad necesita para construir una casa que los proteja del frío, del calor, de la lluvia.
De tu medio ambiente obtienes el agua para beber, asearte y lavar tu ropa; para los cultivos y la crianza de animales.
La gente de cada lugar aprovecha el medio ambiente. Puede hacerlo con cuidado, es decir, sin perjudicar el medio natural o puede ser que lo hagan con descuido, o sea, perjudicando la naturaleza.
En este libro podrás reconocer lo importante que es el medio ambiente para tu vida y la de todos los demás. También podrás conocer un poco más cómo funciona el medio natural y cómo se le puede aprovechar sin perjudicarlo. De esta manera, además de saber utilizar los recursos naturales, sabras cómo aprovechar mejor la naturaleza para seguir disfrutando todo lo que nos ofrece.
Puede ser que algo de lo que aquí leas ya lo conozcas de tu medio ambiente o de las formas de aprovechar la naturaleza que utiliza en el lugar donde vives. Quizás allí tengan más ideas sobre cómo aprovechar el medio natural sin perjudicarlo. Y si es así, escríbenos cómo han aprovechado sus recursos, ya sea plantando árboles, cultivando diversas plantas, etcétera.
También puedes platicarnos qué te gustó más de este libro, qué cosas te interesaron y si lo que está aquí es útil para ti y tus compañeros.
CONAFE
UNIDAD DE MEDIOS Y PUBLICACIONES
Río Elba 20, col. Cuauhtémoc
C.P. 06500, México, D.F.
La tierra en la que sembramos; el agua con que regamos los cultivos y que usamos para beber y lavarnos; el aire que respiramos, las plantas y los animales que nos rodean, en fin, todo esto es parte de nuestro medio ambiente.
Sí, el medio ambiente es todo lo que nos rodea.
Pero hay diferentes ambientes, y eso se debe a que en nuestro país no todas las regiones son iguales, ni la tierra, el agua, las plantas, los animales son los mismos en cada lugar.
Por ejemplo, el medio ambiente que rodea a una comunidad en el desierto es distinto al medio ambiente que rodea a la gente que vive en la selva.
¿Se parece el lugar donde vives a alguno de los que aparecen en estos dibujos? ¿Qué semejanzas y diferencias encuentras entre los paisajes que ves y el lugar donde vives?
En nuestro país, por tener regiones distintas y climas variados, hay muchas plantas y animales diferentes. México tiene costas y montañas, selvas y bosques, lugares donde llueve casi todo el año y otros donde casi nunca llueve.
¿Por qué hay plantas diferentes? Porque, al haber climas distintos, no todas las plantas pueden vivir en cualquier clima. Por eso, en cada lugar hay plantas que sólo se dan en ese clima.
Los animales y las plantas que viven en un lugar se alimentan unos a otros. Por ejemplo, los ratones se comen las semillas, pero a los ratones se los comen las víboras, las lechuzas o los gatos monteses.
Piensa en algún animal de tu comunidad. ¿De qué planta o de qué animal se alimenta?
Además, las plantas y los animales también se dan refugio y protección. Por ejemplo, muchos pájaros construyen sus nidos con hojas, hierbas y otros materiales que sacan de las plantas.
¿Te das cuenta cómo plantas y animales satisfacen sus necesidades?
Los conjuntos de seres vivos, como las plantas y los animales, que se relacionan unos con otros, así como el ambiente en el que viven, todo esto se llama ecosistema.
Un ecosistema es, por ejemplo, un bosque.
Si vives cerca de donde hay un bosque, seguramente habrás visto que la mayoría de los pájaros hacen sus nidos en las copas de los árboles.
Los pájaros se comen a los gusanos, a las mariposas y a los grillos, o los chapulines que viven en el bosque. Y estos insectos, a su vez, se alimentan de las hojas de las plantas.
Pero, ¿has visto quién se come a los pájaros? Pues, las águilas, las víboras, y los tecolotes que, además, también se comen a los ratones.
Como ves, los seres vivos de un bosque se relacionan unos con otros; así, unos son alimento de otros, que a su vez sirven de alimento a otros más.
Pero en un bosque puedes ver más cosas. Por ejemplo, en ese lugar hay árboles grandes que les dan sombra a plantas pequeñas que no soportan los rayos del sol. Si no hubiera árboles que las protegieran, seguramente estas plantas se secarían en poco tiempo por recibir directamente el calor del sol.
Los árboles del bosque tienen raíces muy grandes, resistentes y extendidas. Por esto, se agarran muy bien a la tierra y la aprisionan. Esto ayuda a que el agua de la lluvia no arrastre la tierra monte abajo.
Como lo habrás notado, todo lo que hay en un bosque se relaciona con el medio ambiente en el que está. La tierra, las plantas y los animales se ayudan entre sí.
¿Por qué son importantes los ecosistemas?
Porque el hombre aprovecha lo que hay en cualquier ecosistema para su vida. Pero para hacerlo bien, sin perjudicar a la naturaleza, el hombre se ha dado cuenta que todo está unido con todo.
¿Quieres comprobar que todo está relacionado con todo? Entonces haz un experimento con tus compañeros para descubrir cadenas alimenticias en el lugar donde vives. Se trata de que hagan un recorrido por los alrededores de tu comunidad y anoten los animales y plantas que vieron en el camino, así como los que no vieron, pero que ustedes sepan que viven por ahí.
Después, traten de unir los animales y las plantas unos con otros, preguntándose ¿quién se come a quién? y ¿quién es comido por quién? De esta manera, podrán formar las cadenas alimenticias que hay en el lugar donde viven.
Lo más seguro es que algunos seres vivos formen parte de más de una cadena alimenticia. Por ejemplo, un conejo sirve de alimento a los coyotes, pero también a las águilas.
Pero, ¿cuáles seres vivos producen su propio alimento? ¿Cuáles se alimentan de las plantas? ¿Y cuáles animales se comen a otros animales?
Para entender mejor cómo funcionan las cadenas alimenticias, pueden ordenar los seres vivos según lo que coman. Pero, ¿por cuáles comenzar? ¿Qué te parece si por las plantas verdes? Ellas no se comen a nadie, producen su propio alimento. Para hacerlo, necesitan el agua de la lluvia, lo que hay en la tierra y en el aire, y los rayos del sol.
Muchos animales consumen plantas para alimentarse, es decir, comen sólo vegetales. Pero hay otros que consumen animales, o sea, algunos animales se comen a otros. Como te das cuenta, hay seres vivos que no producen su propio alimento como las plantas, sino que lo buscan.
Por último, también hay seres vivos que se alimentan de seres que se han muerto o del estiércol. Algunos de éstos son hongos y otros son bacterias que no se ven a simple vista por lo pequeñas que son. Ellos descomponen lo que va a ser su alimento, es decir, lo pudren para poder comérselo. Y cuando terminan de descomponer a los seres que se mueren o el estiércol o los excrementos de otros, lo que sobra se queda en la tierra y es aprovechado otra vez por las plantas.
Los seres vivos de este dibujo forman parte de cadenas alimenticias. Señala con tu dedo quién es comido por quién. Y si tienes alguna dificultad, puedes ver la solución al final de la página.
Puedes jugar con uno o más jugadores. Necesitas una ficha para cada jugador (semillas, corcholatas, piedras, etcétera) y seis papeles numerados del 1 al 6.
Para comenzar el juego, revuelve los seis papeles para que el primer jugador saque uno. Enseguida, según el número que haya sacado, avanzará su ficha contando desde la salida. Luego, ese mismo jugador regresará su papelito junto a los demás para revolverlos otra vez y que el siguiente jugador saque su papel.
Y así, por turnos, los jugadores continuarán revolviendo los papeles, sacando su número y avanzando desde la casilla donde hayan quedado en su última tirada. Pero cuando alguien llegue a una casilla donde esté un ser vivo, pasará a la casilla más próxima que tenga otro ser vivo que le sirva de alimento, y ahí esperará su turno.
Para ganar hay que llegar a la casilla final, sin que sobren avanzadas. Si sobran, hay que seguir contando hacia atrás.
¿Ya viste quién se comió a quién en este juego?
Todo lo que sale de un ser vivo, tarde o temprano, es aprovechado por otro. ¿Cómo es esto? Bueno, ¿recuerdas qué pasa cuando respiramos? Tomamos un gas del aire que se llama oxígeno y sacamos otro, llamado bióxido de carbono. ¿A dónde se va este gas que expulsamos? Primero se mezcla con el aire y de ahí las plantas lo toman para producir unas sustancias llamadas azúcares, que utilizan como su alimento. Este trabajo que realizan las plantas se llama fotosíntesis.
Pero lo importante no es sólo saber que las plantas aprovechan lo que nosotros desechamos, sino también que lo que expulsan lo podemos aprovechar. Por ejemplo, cuando las plantas producen su alimento, sacan oxígeno que regresa al aire y de ahí nosotros lo tomamos para respirar.
Así como sucede con lo que hay en el aire, otras cosas que hay en el medio ambiente también van y vienen. El agua misma realiza todo un viaje. Para comprobarlo, ¿qué te parece si realizas un experimento con tus compañeros?
Pongan al sol un plato con agua y déjenlo durante todo el día. Al día siguiente, observen lo que sucedió.
¿Habrá más agua? ¿Habrá menos? ¿Habrá quedado el plato seco? Si encontraron el plato con menos agua o completamente seco, ¿a dónde creen que se fue el líquido que había?, ¿por qué sucedió esto?
Al calentarse con el sol, el agua del plato se evaporó y elevó a donde están las nubes. Pero el agua evaporada seguirá siendo agua, sólo que en forma de vapor, de gas. El agua cambia solamente de lugar, no aparece o desaparece.
Igual que el agua del plato, el agua de los ríos, lagos y mares se evapora y se eleva para formar las nubes. Como el aire que está a la altura de donde se encuentran las nubes es más frío, el agua evaporada se enfría y se vuelve nuevamente líquida. Entonces se forman gotitas de agua en las nubes.
Y como el agua en estado líquido que hay en las nubes pesa más que el aire, cae en forma de lluvia. Aunque, a veces, cuando las nubes están altas y el aire es mucho más frío, el agua que hay en ellas se enfría tanto que se hace hielo y cae en forma de granizo. A este viaje se le conoce como el ciclo del agua.
¿Cómo queda la tierra en tu comunidad después de la lluvia?
¿Y luego, qué sucede? ¿Por qué?
Puedes jugar con uno o más compañeros. Necesitas una ficha para cada jugador y seis papeles numerados del 1 al 6.
Cada jugador, por turno, avanzará su ficha, según el número que saque. Gana quien llegue primero a la última casilla, sin que le sobren avanzadas.
Pero si un jugador llega a la casilla donde hay agua y sol, subirá hasta la casilla donde están algunas nubes. Y si llega a donde hay nubes y lluvia o granizo, bajará hasta la casilla donde cae el agua.
¿Te diste cuenta cómo cambia de lugar el agua?
Después de saber cómo funciona el ciclo del agua, te preguntarás ¿qué es lo que mueve al agua, qué hace posible su viaje? Es la energía, como la fuerza del viento o el calor del sol.
Se dice que alguien usa su energía cuando es capaz de realizar un trabajo. Por ejemplo, el viento es capaz de mover las velas de un barco. El caballo utiliza su energía para tirar de una carreta o los bueyes para jalar una yunta.
Existen diferentes tipos de energía. Pero la energía más importante es la energía del sol, sin la cual no habría ecosistemas.
Así es, la energía del sol llega a nuestro planeta, lo calienta y lo ilumina, permitiendo con esto que las plantas produzcan su alimento, puedan crecer, tener flores y dar frutos.
¿Recuerdas que hay animales que se comen a las plantas? Bueno, pues al comerlas obtienen la energía que necesitan para moverse, crecer y poder tener sus crías.
Como ya te habrás dado cuenta, la energía pasa de unos seres vivos a otros dentro de los ecosistemas.
¿Dónde se secará más pronto la ropa, al sol o a la sombra? Si en tu comunidad hace frío, ¿dónde se siente la gente más a gusto cuando hay sol? ¿Y si pones una cubeta de agua al sol, qué le sucede al agua?
¿Para qué otras cosas aprovechan la energía del sol en tu comunidad?
¿Qué tiene que ver el medio ambiente con todos nosotros?
Si te fijas en lo que sucede en tu comunidad, te darás cuenta que todo lo que comes y el agua que bebes proviene del medio ambiente. Tal vez ahí siembran maíz, frijol, calabazas, chiles y otras cosas. Posiblemente también comas algunos frutos de las plantas que crecen en esa región. O si el lugar donde vives está cerca del mar, comes pescado y otros animales que se pescan.
A lo mejor has visto a tus familiares o vecinos haciendo té de alguna planta cuando alguien se enferma. ¿Cuáles plantas que curan aprovechan en el lugar donde vives? Como ves, del medio ambiente también se obtienen medicinas.
¿Te has fijado de qué está hecha tu casa? Puede ser de madera, de adobe o de palmas. Y estos materiales están en el medio natural.
Como podrás ver, todos los productos que hay en el dibujo provienen de los ecosistemas, es decir, de los sistemas naturales en los que vivimos.
¿Cómo obtiene el hombre lo que hay en la naturaleza? Algunas veces los obtiene directamente del medio ambiente, esto es, cuando el hombre toma frutos, raíces, plantas y algunos animales. En este caso, el hombre cambia un poco el medio natural y los ecosistemas no cambian.
Una selva, por ejemplo, seguirá siendo selva aunque el hombre tome algunos productos del medio natural para alimentarse, curarse o construir su casa.
Pero, si toma demasiados productos, entonces sí puede cambiar mucho su medio ambiente. Y esto ocasionará algunos problemas. Por ejemplo, si en un bosque acabaran con algunos árboles de cuyos frutos se alimentan los pájaros, ¿qué crees que sucedería? Puede ser que estos pájaros buscaran otro alimento o tal vez mueran. Esto rompería las cadenas alimenticias.
Hay otra manera de utilizar el medio ambiente, cambiando los ecosistemas que rodean al hombre. Por ejemplo, una selva dejará de serlo cuando se quitan las plantas y los animales que la habitan para convertirla en un lugar de cultivo o para criar animales.
¿Qué hacen en tu comunidad cuando ponen una milpa? Tal vez quiten toda la vegetación que cubría el pedazo de tierra que van a utilizar para el cultivo, y después preparen esa tierra para sembrar frijol, maíz u otra semilla.
Si te fijas, notarás que el paisaje cambió por completo.
Y si en tu región, además, se dedican a criar animales, es posible que también cambien la vegetación natural por pastos, que sirven de alimento para todo el ganado.
Como te darás cuenta, de una forma o de otra, el hombre necesita del medio ambiente, ya sea cambiándolo poco, como cuando se recolectan plantas y raíces o se cazan algunos animales; o cambiándolo demasiado, como cuando el hombre produce lo que necesita a través de la agricultura y la ganadería.
Como ves, todos nosotros dependemos de la naturaleza porque utilizamos los recursos naturales como el suelo, el agua, la vegetación y los animales.
¿Qué aprovechan en tu comunidad para construir viviendas? ¿Qué plantas y qué animales come la gente del lugar donde vives? ¿De dónde sacan el agua para beber?
¿Cómo conservar el medio ambiente?
Ahora ya puedes pensar en lo importante que es utilizar el medio natural sin destruirlo, sobre todo para seguir obteniendo beneficios de la naturaleza por mucho tiempo.
Tú ya sabes cómo es y cómo funciona el medio ambiente que rodea a tu comunidad. Al saber qué hay en él y cómo se relacionan los seres vivos de ese ecosistema, se puede utilizar mejor la naturaleza sin perjudicarla.
Por ejemplo, si un grupo de hombres desea cultivar maíz en una pequeña montaña cubierta de bosque, no deben quitar de ahí todos los árboles para poner su cultivo. Ellos deben saber que al existir árboles en ese lugar el suelo se mantiene, ya que las raíces lo sujetan y lo detienen. Pero si cortaron todos los árboles, ¿qué piensas que sucedería?
¿No crees que la tierra ya no tendría manera de sostenerse con nada? Además, por el viento y la lluvia, la tierra de ese lugar sería arrastrada poco a poco hasta llegar al fondo de algún lago, laguna o el mar. Y así, el suelo se perjudica.
En cambio, si estos hombres saben que los árboles son importantes para conservar el suelo, dejan algunos para que las raíces de éstos detengan la tierra. O también podrían construir terrazas, colocando bordes de piedra para sostener el suelo de las parcelas.
Como ves, sí es posible vivir en armonía con la naturaleza, sacarle provecho sin destruirla. Siempre y cuando conozcamos más y mejor cómo funcionan los ecosistemas. ¿Para qué? Pues, para que nuestras acciones no destruyan a la naturaleza.
Los antiguos mexicanos, antes de que llegaran los conquistadores españoles, aprovechaban el medio natural sin perjudicarlo.
No sólo se dedicaban a cultivar maíz, frijol, chile o calabaza; también recolectaban plantas, raíces o frutos, y cazaban animales como venados, liebres o tuzas. En algunos lugares cultivaban insectos como las abejas.
Por ejemplo, los mayas que habitaron el estado de Yucatán y parte de los estados de Tabasco y Chiapas, hacían cuatro cosas para sembrar, porque esos lugares estaban cubiertos por selvas tropicales. Primero quitaban todos los arbustos y hierbas para limpiar un espacio que sería la parcela. A esta actividad se le llamó roza. Luego, tiraban los árboles grandes y se le llamó tumba.
Después, dejaban secar sobre el suelo todo lo que tumbaban, para luego prender fuego a los troncos, ramas y hojas secas, con el fin de que toda la ceniza quedara en el suelo y lo enriqueciera. Y a esta acción le llamaron quema. Enseguida trabajaban la tierra para cultivarla.
Pero, después de cultivar la parcela algunas temporadas, la tierra en la que producían sus cultivos se agotaba, es decir se acababan las sustancias que aprovechan las plantas. Entonces dejaban que ese terreno se cubriera de vegetación selvática otra vez para que el suelo volviera a enriquecerse. A esto se le llamó abandona.
Y al abandonar un terreno, se buscaba otro para seguir cultivando.
Cuando los antiguos mayas agotaban el número de parcelas de toda un área, se volvía a utilizar la primera que, para ese tiempo, ya estaría llena de vegetación.
Además de su trabajo agrícola, los mayas tenían huertos con árboles frutales y recolectaban plantas, raíces y frutos de la selva. Algunas plantas les servían como medicinas y de otras sacaban fibras con las que hacían telas. También aprovechaban la madera de los árboles y de las palmas para construir su vivienda, algunos muebles o lo que necesitaran.
También cazaban animales como los venados, con lo que complementaban su alimentación.
Y así como los mayas, muchos otros pueblos mexicanos antiguos aprovechaban los recursos naturales sin destruir el medio natural de donde los obtenían.
Nuestros antepasados sabían que cuidando el medio ambiente podrían sacarle más provecho y por largo tiempo. En la actualidad, los indígenas mayas continúan, en algunos lugares, teniendo muy buena relación con su medio ambiente.
Otro ejemplo de cómo podemos aprovechar el medio ambiente sin destruirlo, tomando en cuenta cómo es el ecosistema de una región, es el de los cafetales.
Aunque el café no es de origen mexicano, se cultiva desde hace mucho tiempo en nuestro país. Además, es un cultivo importante, ya que no sólo lo consumimos, sino también lo vendemos a otros países.
El café se cultiva en regiones de clima caliente de los estados de Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero y Nayarit.
Como en estas regiones tropicales húmedas hay bosques donde llueve mucho, estos ecosistemas son muy complicados, ya que tienen muchas plantas y animales diferentes.
Y estos seres, al relacionarse entre sí, forman cadenas alimenticias también muy complicadas.
Los cultivos de café de estas regiones son muy parecidos a los ecosistemas que los rodean, como los bosques.
Entonces, como el café es una planta de sombra, se cultiva bajo árboles de hule, cedro y tamarindos, así como junto a naranjos, plátanos y aguacates.
Este cultivo combinado se parece mucho a toda la vegetación tropical que estaba en donde ahora se puso el cafetal. Y esto porque, tanto en la vegetación del bosque original como en donde se cultiva café, las plantas están a distinta altura.
En los dos ecosistemas hay árboles altos hasta de 20 metros, luego bajo éstos existen árboles pequeños y arbustos y al ras del suelo están las hierbas. De esta manera, al igual que con lo que sucede en el bosque, al tener distintos tipos de plantas junto al cultivo de café, el suelo se enriquece con las hojas, flores o frutos que se caen y llevan sustancias a la tierra que luego le servirán a las plantas.
Además, así se evita que el suelo se desgaste al faltar la vegetación que lo retenga. Asimismo, el cultivo de café está de acuerdo con el funcionamiento de ese medio natural. Y de paso, además del café cultivado, los campesinos obtienen algunas frutas, maderas y otras hierbas.
¿Qué le ha sucedido a nuestro medio ambiente?
Como podrás ver, hay formas de aprovechar el medio natural sin destruirlo. Pero, ¿por qué nuestro medio ambiente está tan dañado? Porque los recursos naturales de nuestro país, desde hace muchos años, han sido explotados, es decir, aprovechados, pero sin tomar en cuenta cómo son y cómo funcionan los ecosistemas.
Se han extraído la mayor cantidad de recursos naturales que se han podido de cada ecosistema, con la intención de obtener muchas ganancias en poco tiempo.
Por ejemplo, desde hace más de cien años se han cortado y extraído miles de árboles de caoba y de cedro. Estos árboles son de madera muy buena y se encuentran en las selvas tropicales del sur de México, como los estados de Chiapas, Tabasco y Campeche. Y se han cortado tantos que en la actualidad ya casi no hay.
Esta explotación de madera se hizo sin tomar en cuenta el tiempo que tardan los árboles en crecer y reproducirse. Por eso en pocos años se acabaron.
Pero esto no lo han hecho todos los hombres de nuestro país. Sólo unos cuantos olvidaron respetar el funcionamiento de la naturaleza y buscaron obtener grandes ganancias.
Muchos campesinos se han preocupado por utilizar nuestro medio ambiente de manera que no se destruya, como los antiguos mexicanos. Por ejemplo, hay muchas regiones donde la gente acostumbra plantar dos o tres árboles cada vez que tumba uno.
Tal vez te preocupes por la situación de los ecosistemas. Pero no se puede decir que ya nada se puede hacer ni tampoco nos podemos quedar con los brazos cruzados y lamentándonos.
Todavía estamos a tiempo de cambiar las formas de aprovechar nuestro medio ambiente.
Además, vivimos en un país con diversos ecosistemas y cada uno de ellos puede brindarnos gran variedad de productos naturales.
¡Cuántos ecosistemas hay en México!
Nuestro país tiene climas diferentes. Por ejemplo, encontramos climas fríos con hielo en las partes altas de nuestras montañas y volcanes. Climas templados, es decir, un poco fríos y húmedos, en la parte central. Climas desérticos de mucho calor en el día y de mucho frío en la noche en casi todo el norte. Y climas tropicales y calurosos en la parte sur y sureste.
Algo muy importante de nuestro país son las montañas. Muchas de ellas forman cadenas montañosas que van desde la frontera norte de México hasta la frontera sur. Además, tenemos sierras desde las costas del Golfo de México hasta las costas del Océano Pacífico.
De todas las cadenas montañosas, las más importantes son la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental y el Eje Neovolcánico.
Estas montañas hacen que en México haya lugares muy diferentes. Por ejemplo, entre las dos Sierras Madres se forma un altiplano, es decir, una gran área plana que es muy diferente a los lugares que se encuentran entre las montañas. Y por lo mismo, los seres vivos que ahí habitan son muy diferentes a los de otras partes.
En los mapas, el color azul indica donde hay agua; el color café montañas; y el color verde, llanos o áreas planas.
Viendo el mapa, imagínate cuántos lugares tan diferentes hay en México.
Otro recurso natural muy importante es el agua. Poseemos gran cantidad de lagos, ríos y presas, además de contar con extensas costas. Localiza en el mapa el Océano Pacífico, el Golfo de México, el Mar del Caribe y el Golfo de California.
Observa también dónde hay líneas de color azul. En todos estos lugares también hay agua.
En el agua viven animales y plantas que se aprovechan para muchas cosas.
En los ríos y lagos hay gran variedad de peces, además de plantas como las algas, que son un alimento muy nutritivo. En las zonas marítimas encontramos peces, camarones, ostiones, tortugas y otros animales que nos sirven de alimento. También hay productos como las esponjas y las algas marinas, de las que se obtienen medicinas, tintes o pinturas, y muchas otras cosas.
Ahora ya imaginarás que, con tantos climas, regiones y variados lugares con agua, en México hay muchos tipos de ecosistemas.
Por ejemplo, en el norte de nuestro país encontramos enormes extensiones de zonas áridas o desiertos. Ahí habitan plantas como los cactus, los magueyes y las biznagas. Animales como los berrendos, las ratas canguro, las lagartijas y algunos halcones. Y todos los seres vivos que ahí viven están adaptados para sobrevivir en lugares donde hay muy poca agua.
En nuestras montañas encontramos bosques. Pero estos son diferentes, según el clima y la gran cantidad de agua que les llegue. Por ejemplo, en los lugares fríos y poco húmedos, los bosques tienen árboles de pino, oyamel o encino. Y en las cañadas o barrancas, que son lugares más húmedos, hay bosques con árboles como el liquidámbar, el aile y la magnolia
En el sur y sureste de México encontramos selvas de diferentes tipos. Por ejemplo, las más importantes son las selvas altas siempre verdes, en donde hay árboles que llegan a medir hasta 30 metros de alto. Además, podemos encontrar muchos bejucos y lianas. Los animales que viven ahí son los jaguares, los tapires, los perezosos y gran variedad de aves de muchos colores como el tucán y el quetzal. Debido a esta riqueza de plantas y animales, estos ecosistemas están considerados entre los más importantes en el mundo.
En las zonas marítimas también encontramos diferentes tipos de ecosistemas, como los arrecifes coralinos, la costa rocosa o arenosa y las lagunas costeras que poseen agua de mar y agua dulce de los ríos. Y en todos estos ecosistemas encontramos animales, como ostiones, camarones, jaibas y peces lisas, róbalos y bagres.
Ya te habrás dado cuenta, entonces, que vivimos en un país rico en recursos naturales. Y que de cada ecosistema podemos obtener alimentos, medicinas, materiales para construir nuestras casas, para hacer nuestras ropas y herramientas de trabajo, en fin, para muchas cosas más. Y tú, ¿dónde vives? ¿En la costa, en el desierto, en donde hay bosque, en el llano? ¿Qué plantas y animales hay en tu región?
Tomemos en cuenta que existen formas de aprovechar el medio ambiente que respetan el funcionamiento de la naturaleza. Aunque como ya sabes, hay muchos lugares en nuestro país donde el agua y el aire están contaminados y la tierra está agotada por sembrar lo mismo y por usar mucho abono artificial, o donde ya casi no quedan árboles por la tala excesiva que han hecho en los bosques.
Pero todavía hay tiempo para rescatar algo que es muy importante para la vida: nuestro medio ambiente.
Observa y sigue las flechas para saber quién se come a quién, y quién es comido por quién, en estas cadenas alimenticias.