La canción de los animalitos


 

 

 

 

 

 

 

 

El tejón iba pasando
por la orilla de un montón,
hizo su carga de elotes
y un quimil en su cotón.

La tejona, como anciana,
treinta y cinco se comió;
después de la media noche,
de un insulfo reventó.

El tejoncito chiquito
le lloraba a su tejona;
el más grande le decía:
"Que se muera por tragona"

El ranchero pierde mucho
por la zorra y el tejón,
por la liebre y por la ardilla
y el vivaracho ratón.

La zorra troza la milpa,
la ardillita saca el grano,
la viejita, el pitacoche,
las escarban en verano.

Cuando llueve está mojado,
se les embotan las patas,
pero si le escarban duro
echan a perder las matas.

Los conejos y las liebres
al frijol le comen la hoja;
cuando se seca la vaina
la codorniz la deshoja.







 

El tecolote a los gatos
también los ojos les saca;
a la milpa se la comen
el caballo, burro y vaca.

El coyote a las gallinas
se las roba muy temprano,
al burrito, al becerrito,
al borrego y al marrano.

Sale la mujer gritando
de adentro de la cocina:
"¡Ay, coyote desgraciado,
te robaste mi gallina!"

El gavilán y la onza
se roban a los pollitos,
las víboras arrastradas
se tragan los pajaritos.

Hay cititos, pitacoches,
tragacebos, hay viejitas,
hay gorriones, hay calandrias
y también hay torcacitas.

Las calandrias, los gorriones,
esos cantan más o menos,
pero pa' cantar alegres
los cenzontles son los buenos.

Los rancheros almorzamos
enchiladas con atole,
los coyotes comen carne
y yo nopales en mole.