De Guadalajara vengo


En muchos lugares de México la gente es muy dada a decir versos. Hay hombres, mujeres y niños que hallan el modo de hablar acomodando las palabras para que suenen bien. De tanta copla que hay por Los Altos de Jalisco, don Adolfo Flores, rascándole a la memoria, nos
dijo éstas, con las que te saludamos.

 
   
 

De Guadalajara vengo
arrastrando mi huarache,
nomás por venirlas a ver,
mujeres narices de tlacuache.




 
 

De Guadalajara vengo
arrastrando mi cinto,
nomás por venir a ver
a las hijas de don Jacinto.