El perro y el gato montés


El perro siempre ha sido uno de los mejores amigos del hombre. Cuentan en Nochistlán que don Trino Martínez tenía un perro bravo, tan bravo que se lo llevaba con él cuando iba de cacería.

Un día, se fue a cazar con su perro al cerro de San Miguel. De repente, que les sale un gato montés muy grande. El perro, al verlo, se puso a perseguirlo a toda carrera. Don Trino no volvió a saber de su perro porque el animal corrió y

corrió, hasta que se perdió.


Un año más tarde, don Trino andaba de nuevo cazando en el cerro de San Miguel. Iba por ahí cuando, cuál sería su sorpresa, que se topa con su perro. Estaba el animal debajo de un árbol todo encrespado y queriendo subirse. Y arriba, en una rama, el gato montés a no dejarlo. Los dos, tanto el perro como el gato, eso sí, ya secos, bien muertos.