Hay canciones que la gente inventa para contar algo que les pasó y luego se vuelven populares. Doña Bernarda conoce varias; una de ellas es el siguiente corrido, en el cual nos cuenta lo que le ocurre a una persona que se va a trabajar a otro país.


El corrido de los mojados


Adiós a mi tierra querida
pueblito de Encarnación,
yo ya me voy para el Norte
a burlar la migración.

Como no tenía ni un quinto
me fui con el banquero
a firmarle una letra
y me prestara dinero.

Del gusto que iba a ganar
los dólares a montones,
de pronto la migración
ya me llevaba a aventones.

Los güeritos muy amables
me llevaron de la mano
a un pájaro de acero,
yo creo que era un aeroplano.

Cuando venía en el avión
yo venía muy asustado,
no sé qué me sucedió
mi pantalón bien pesado.

El hermoso cuento de hadas
allí había terminado,
la tristeza que me daba
que quedé bien endeudado.

 

Y por eso mis amigos
ya les conté mis fracasos,
mis únicos pantalones
ya se me caen a pedazos.

Por eso estoy convencido
no volver a la frontera,
mejor me quedo en mi tierra
a pasarla como pueda.

Y como soy de Jalisco
yo por eso no me rajo,
me voy con otro patrón
para que me dé trabajo.

Ya con esta me despido
y escuchen con atención;
yo soy de un pueblo bonito
que se llama Encarnación.