La carta |
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Luego de un rato, la encontraron. Supe que este niño va a ser mi yerno: vengo por él para educarlo en el palacio le dijo el rey a la madre. Muy triste la mujer le entregó el niño al rey, pensando que lo trataría bien. En cambio, el criado metió al pequeño en la canasta y la tiró a un río. |
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Lo cuidaron bien, pronto se convirtió en un joven. Ayudaba a sus padres cazando animales en el bosque, y como al rey le gustaba la cacería, un día se encontraron. El monarca quedó admirado de la puntería del muchacho, quien mató a varios animales, y exclamó: Eres muy buen tirador, pero no te conocía, ¿dónde vives? En la orilla del río, con mis papás respondió el joven. Como no conocía el lugar, el rey quiso ir. |
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El mensaje decía: "En cuanto llegue este joven, cásenlo inmediatamente con mi hija. Cumplan mis órdenes aunque yo no esté. Mañana quiero verlos casados". El rey se dio cuenta de que ya no podía hacer nada. Luego de abrazar a su hija y al muchacho, dijo: ¡Qué siga la fiesta! Así se cumplieron las palabras del sabio, a pesar de todo lo que hizo el rey tratando de cambiar las cosas. |