Un refrán popular dice que "las apariencias engañan"; a ver si puedes decir cómo engañaron a un cerdo comelón.


El confiado


Estos eran un perro y un puerco que vivían en un rancho. Cierto día, el
puerco le preguntó al perro:

—Oye, ¿cómo te tratan aquí?

El perro respondió:

—Mal, no me gusta la comida, son puras sobras que saben feo. Oye, a ti ¿qué tal te tratan?

—A mí me atienden muy bien. Fíjate que me sirven arroz y frijoles revueltos en un platote y me dan de comer a cada rato. Es más, el otro día hasta oí decir a los dueños... ¡que me iban a hacer carnitas!