Corté la flor de limón y me la quedé mirando: tú me dices que sí, pero no me dices cuándo.
Porque yo no tuve aguante para luchar con tu amor, si otro te hace el favor Dios se lo pague al marchante.
Por eso te doy tu retiro, porque es mejor lo que porto, porque si te vas con otro, hago como que no miro.