Con el rocío del verano
corté una calabacita:
como estaba tan tiernita
se me deshizo en la mano.
Qué bonita chaparrita,
quién fuera tu primo hermano.
.
Soy pájaro de oro y
plata,
muy fino y muy bien plumado,
pero te prometo, chata,
que me he de ver a tu lado
si la muerte no me mata.
Por la calle Real de González
miren lo que están pintando:
una águila en una piedra,
y un serafín coronado.
Los ojos de esa morena
son los que me están matando.