Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se
parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie
de la tierra. Existieron y se multiplicaron. Tuvieron hijas, tuvieron
hijos los muñecos de palo, pero no tenían alma, ni entendimiento.
No se acordaban de su Creador, de su Formador. Caminaban sin rumbo
y andaban a gatas.
Hablaban al principio, pero su cara estaba enjutada. Sus pies y
sus manos no tenían sangre, ni sustancia, ni humedad, ni gordura.
Sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus manos, y amarillas
sus carnes.
Éstos fueron los primeros hombres que en gran número existieron
sobre la faz de la tierra.
Enseguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos. Los muñecos
de palo recibieron la muerte. Una inundación fue producida por el
Corazón del Cielo. Un gran diluvio se formó y cayó sobre las cabezas
de los muñecos de palo.
Y dicen que la descendencia de aquéllos son los monos que existen
ahora en los bosques. Por esta razón el mono se parece al hombre,
es la muestra de una generación de hombres creados, de hombres formados
que eran solamente muñecos y hechos solamente de madera.
Leyenda tradicional.
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