El río Usumacinta está en el estado de Tabasco, en nuestro país, que es tu tierra y se llama México.

El Usumacinta es tan bello que muchos le han cantado y compuesto versos.

Este poema que vas a leer habla de ese río. También nombra a los ríos Lakantún y Lakanjá, que echan sus aguas al Usumacinta. Y recuerda a Uaxaktún y a Yaxchilán, ciudades que fueron centros ceremoniales de los antiguos mexicanos.

El canto del Usumacinta

Y éste es el canto del Usumacinta
que viene de muy allá
y al que acompañan, desde hace siglos, dando la vida,
el Lakantún y el Lakanjá

¡Ay, las hermosas palabras,
que si se van,
que no se irán!

Se canta el canto del Usumacinta,
que viene de tan allá,
y al que acompañan, dando la vida,
el Lakantún y el Lakanjá.

Mirando el río de aquellas tardes
junté las manos para beberlo.
Por mi garganta pasaba un ave,
pasaba el cielo.

Mirando el río
di poca sombra:
todo era mío.

¡Ay, las hermosas palabras,
que si se irán,
que no se irán!
Lo que acontece ya en mi memoria cunde en mis labios,
con Uaxaktún,
con Yaxchilán.

¡Ay, las hermosas palabras,
que si se van...,
que no se irán
de este canto del Usumacinta,
que brotó de tan acá,
y al que acompañan, dando la vida, desde hace siglos,
el Lakantún y el Lakanjá!

Porque del fondo del río
he sacado mi mano y la he puesto a cantar.

Carlos Pellicer.