Ni una nube

El sol se deslíe en viento de brasa.
—Niño Guy —dijo Canek—, ni una nube.
Si no llueve pronto, se perderán las cosechas.

Al día siguiente Guy encendió una hoguera
y con ímpetu se puso a soplar con su boca
y a aventar con las manos las columnas
de humo que subían.

Canek le preguntó:

—¿Qué haces?

—Nubes, Jacinto, nubes.

Ermilo Abreu Gómez.

 





Y a ti, ¿no se te ocurre hacer nubes con dibujos y palabras? ¿Cómo le harías para que llovieran tus ideas?