Segador

 

El segador, con pausas de música,
segaba la tarde.
Su hoz es tan fina,
que siega las dulces espigas y siega la tarde.

Segador que en dorados niveles camina
con su ruido afilado,
derrotando las finas alturas de oro
echa abajo también el ocaso.

Segaba las claras espigas.
Su pausa era música.
Su sombra alargaba la tarde.
En los ojos traía un lucero
que a veces
brincaba por todo el paisaje.

La hoz afilada tan fino
segaba lo mismo
la espiga que el último sol de la tarde.

Carlos Pellicer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como ves, a Carlos le impresionó el atardecer en el campo.

Y a ti, ¿qué te impresiona más? ¿El amanecer, el atardecer, el trabajo de los campesinos?

Dedícale unos versos a lo que más te impresiona.