¡Ahora lo verán! |
Mi tío ya llevaba casi un mes que no hacía
otra cosa que cazar ratones. Se puso a cazar roedores negros, blancos y
grises. Ratones con los ojos amarillos y mirada brillante, con pelaje suave
y rabo rosado, con pestañas lacias y bigotes enroscados. Ratones de todo
tipo y variado tamaño. |
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Lo que nunca nos contó fue para qué los quería
y qué iba a hacer con tanto ratón. En lo personal, me parecía que seguramente
se los iría a vender todos juntos a algún gato glotón. |
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La fiesta continuaba muy divertida hasta que, a media tarde, apareció
un hombre disfrazado. Se fue a instalar exactamente bajo el quiosco de
la plaza municipal. Parecía ser un anciano con la pierna renga, porque
al arrastrar una olla tan grande y pesada como la que llevaba no parecía
otra cosa que eso: un anciano con la pierna renga. Y ya estando ahí, en
el mero centro de la feria y a media fiesta, comenzó a gritar como pregonero: ¡Ahora lo verán! ¡Ahora lo veremos! Llevaba una máscara de chivo barbudo y viejo. Y bailaba una danza muy rara alrededor de la olla gigantesca que había arrastrado hasta el quiosco, la cual estaba bien tapada para que nadie pudiera ver su contenido. Y así, bailando, continuaba gritando: ¡Pronto lo verán! ¡Pronto lo veremos! |
Y ya que todos nos habíamos amontonado cerca de aquel hombre con máscara de chivo, éste destapó la gran olla de barro para que pudiéramos ver lo que había dentro. En ese momento... ¡todos lo vimos y todos corrimos! A muchos no se les vio ni el polvo cuando escaparon. Las mujeres se levantaron las faldas para correr más de prisa hasta donde pudieron; y los más valientes nos trepamos hasta el carro de la rueda de la fortuna que estaba más arriba. Y desde ahí vimos cómo aquel hombre, que le bailaba la barriga de tanta risa y daba brinquitos de burla, se le cayó la máscara... ¿A que no adivinas quién era?... ¡Pues nada menos que mi tío, mi tío cazador! |
Y tú, ¿no quieres cazar ratones? Los puedes atrapar en un papel, dibujándolos. Y después, cuando tengas muchos, puedes jugar al Tío cazador. Ponte de acuerdo con tus compañeros: Que algunos instalen la feria con lo que se les ocurra y otros pongan los puestos de comida. Piensa en los pregones que gritará quien haga de Tío cazador. Y ve con tus amigos cómo hacer la máscara de chivo. La pueden hacer con lo que tengan a la mano. ¡Ah!, y entre todos pueden inventar las danzas que bailará quien haga de Tío cazador. |