Coplas populares

Alguna vez te habrás preguntado si existían los cuentos en tiempos en que aún no se había inventado la escritura. Los hombres de todos los tiempos han inventado historias. Y además, desde siempre, la gente ha dicho sus alegrías y sus tristezas cantando.

Lo que vas a leer son coplas, es decir, poesías chiquitas que a veces se cantan.

 
 
 
 
 
 
 
 
 


Todos los que cantan bien cantan de puertas adentro y yo, como canto mal, canto al sereno y al viento.

Cuando tomo la guitarra y la atravieso en mis brazos, enseguida me parece que se acaban mis trabajos.

 

Copla popular.

 
 
 

¿Imaginas al trabajador cansado, pero contento, cantando con su guitarra?

Dibújalo en algún papel.

¿Conoces algunas otras coplas?

Pregunta en tu casa, a tus vecinos, a tus amigos para que te digan alguna. Apúntala, para que no se te olvide.

Al pájaro que se fue yo fui quien le dio el destino; le abrí la puerta a la jaula y lo puse en el camino.

¿Qué te hace pensar o imaginar esta copla? Dibújalo.

 
 
 
 

La leyenda que vas a leer la imaginaron, hace cientos y cientos de años, los antiguos mexicanos. Nuestros antepasados explicaban con historias muchas cosas. Los bisabuelos las contaban a los abuelos, los abuelos a nuestros padres y nuestros padres a nosotros, sus hijos.

Así, estas historias pasaron de boca en boca. Son anónimas. Eso quiere decir que no sabemos quién las inventó, son de todo el pueblo que las fue contando.

Los escritores apuntaron algunas leyendas para que muchos, igual que tú, pudieran leerlas. Por eso, al final de algunas leyendas dice: Versión de "Fulano de tal". Es el nombre de quien la apuntó.