Las palmasLos jugadores forman una hilera con las manos levantadas. Uno de ellos dirige la hilera. Y comienza el diálogo: Tan, tan. El que dirige el juego pasa y baja las manos de los demás. Luego voltea y le pregunta al primero de la fila: ¿Y mis palmas? Entonces los niños de la hilera se hincan y se agachan, poniendo sus manos atrás. Quien dirige el juego y el primero de la fila pasan y simulan que muelen sobre cada uno de los jugadores. Y después dicen: ¿Dónde están mis metates? Entonces pasan a sentarse sobre los jugadores y a balancearse sobre ellos.
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