El tesoro del cerro del Chiquilichi

Don Cornelio Palos cuenta que un muchacho entró al interior del Chiquilichi. Y es que el cerro tiene dos entradas, una de cada lado. Pero sólo por una boca del cerro se puede llegar hasta el centro, donde se halla un cristo y un tesoro. El muchacho no pudo agarrar nada, porque luego luego quedó acalambrado y entumido. Así que se salió corriendo. Después regresó con sus amigos, pero les dio miedo y ninguno quiso meterse a la cueva.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 

Don Cornelio mismo entró por una de las bocas del cerro. Pero sería unos cuantos metros porque había trechos que, apretado, tuvo que pasar de lado y muy pegado. Además, estaba más peligroso porque había mucho murciélago. Nomás oía la zumbidera por donde quiera. Por eso se salió. Lo intentó de nuevo pero la lámpara se le apagó por el mal viento que había. Así que se quedó con las ganas de ver el tesoro y el cristo.