Don Cornelio Palos cuenta que un muchacho entró al interior del
Chiquilichi. Y es que el cerro tiene dos entradas, una de cada lado.
Pero sólo por una boca del cerro se puede llegar hasta el centro,
donde se halla un cristo y un tesoro. El muchacho no pudo agarrar
nada, porque luego luego quedó acalambrado y entumido. Así que se
salió corriendo. Después regresó con sus amigos, pero les dio miedo
y ninguno quiso meterse a la cueva. |