Fíjate que, desde siempre, los muchachos y muchachas han escrito cartas a los amigos o a los novios. Aquí sabrás cómo don Genaro González les enviaba cartas a sus novias, cuando él era joven.

 

Cartas de colores


Cuando yo era muchacho, compraba en la tienda unos papeles para carta que les llamaban "raya de agua". Le escribía a la muchacha que me gustaba, de una forma muy decente, de caballero. Entonces, buscaba la manera de que ella la recibiera. A veces, le hacía saber desde antes el lugar donde encontraría mis cartas: debajo de una piedra, al lado de un caño, en fin, donde fuera más seguro que nadie más la descubriera.

Luego, la muchacha iba a recoger la carta y se la llevaba para leerla a escondidas de sus familiares. Casi siempre usaba el mismo lugar donde yo le había dejado mi carta para poner la suya. A veces nos citábamos en alguna parte para platicar.

¡Ah!, pero eso sí, mientras nos carteábamos de buena manera, siempre usábamos hojas "raya de agua" blancas. Porque si alguno quería terminar la relación, utilizábamos hojas coloradas.