Una fiesta de pueblo

Hace muchos años en Chiquilistlán se celebraban dos fiestas importantes. Los ricos festejaban a la patrona del pueblo, la señora de la Asunción, el 15 de agosto. Y había la fiesta del día 12 de noviembre, que hacían los indios.

Las dos eran muy parecidas, con entradas de carretas la víspera. Las carretas, que cargaban leña y estaban adornadas con pasto y musgo, eran tiradas por bueyes también adornados. Arriba de una de ellas iba un ermitaño con un librote, que llevaba colgando en la cintura un rosario con cuentas de guajitos de calabaza.

Pero todo eso, la fiesta en grande, ya murió... Si bien que me acuerdo. En la víspera de la celebración, encendían montones de leña en las cuatro esquinas del templo. Eran unas lumbradas que duraban prendidas toda la noche.

Adentro del templo había mucho derroche. Los altares estaban adornados, hasta ponían letreros de luces: eran unas velitas envueltas con alambre para sostener un cuadrito con las letras "Ave María". Todas se prendían en la noche anterior.

También la gente organizaba la danza de los pastores. Bailaban con unas flautitas de carrizo y unos tamborcitos que llamaban "ritmos".

Los danzantes se vestían con unos calzones de manta y una capa de color. En su sombrero usaban flores, listones y espejos. Hacían sonar una sonaconchinchi, que es una sonaja hecha con dos guajes unidos por un maneralito, para poderlo coger. En los guajes se metían hebritas y semillas de platanillo. El asunto es que sirviera de ritmo a los danzantes. Como participaban varios danzantes, en la fiesta de los indios utilizaban los tamborcitos y las sonajas.

Los danzantes eran del pueblo, y se entrenaban desde que eran chamacos. Desde el mes de noviembre comenzaban a ensayar, y cuando llegaba el día de la fiesta, ahí estaban haciendo sus maniobras, brincaban de un lado a otro.

Pero ahora ya todo se va borrando. La fiesta de los ricos, la del 15 de agosto, ya decayó, ya no la hacen. En la otra, la de los indios, todavía el año pasado hubo danza pero este año ya no hubo más de eso. Y mire que, además de las danzas, también preparaban sus carros alegóricos, que antes se nombraban "andas", y como que los jalaban con más ganas. Porque antes no había fuerza motriz ni carro, entonces a puro hombro se jalaban. Y había "andas" pero bien grandes, en las que se actuaba algún pasaje de la Biblia.

Pero ya se echó al olvido todas estas cosas. Ya se borraron. Han cambiado las costumbres.

Así eran las fiestas en el pueblo de don Eduardo Pérez, Chiquilistlán. Igual que él nos contó sus recuerdos, la gente mayor de tu comunidad debe de tener muchos. Platica con ellos y así sabrás cómo eran las cosas muchos años antes de que tú nacieras.