Dos niños se colocan frente a frente e intercambian palmadas
sencillas, mientras dicen los siguientes versos:
Me subo a la torre,
toco la campana,
quiebro una botella,
el padre me regaña
y yo le contesto así:
chivirivirí porompompón.
Al decir "porompompón", uno a otro tratan de picarse el ombligo.
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