Los niños forman una rueda tomados de las manos. Uno de los pequeños
se coloca dentro del círculo para hacerla de agua. Y mientras giran
cantan los versos:
Ahí viene el agua por la barranca
y se me moja mi burra blanca
Ahí viene el agua por los ocotes
y se me mojan mis guajolotes.
Al final de la canción, quien la hace de agua jala a un niño de la ronda
para que ocupe su lugar y se repita el juego.