El patio de mi casa,
como es particular,
se barre y se riega
como los demás.
Agáchense
y vuélvanse a agachar,
las niñas bonitas
se vuelven a agachar.
Los niños de la rueda se acercan poco a poco al jugador de enmedio,
diciéndole:
Chocolate, molinillo,
tiene cara de zorrillo.
Luego los niños estiran las manos sin soltarse y dicen:
Estirar, estirar,
que el demonio va a pasar.
El jugador del centro recorre el interior de la rueda brincando
en un solo pie y dice los siguientes versos:
Teresa, la pata chueca,
bailando se la endereza.
Un ratón, un ratón
con chaleco y pantalón,
que te piso, que te piso,
que te doy un pisotón.
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