Los niños forman un círculo tomados de la mano. Una niña la hace de viudita, y queda fuera de la ronda. Los niños giran y cantan:
Hermosa doncella que al prado viniste a coger las rosas de mayo y abril.
Se detienen y la viudita entra a la ronda cantando:
Yo soy la viudita del conde Laurel, que quiero casarme y no sé con quién.
Los de la ronda hacen una reverencia y contestan cantando:
Pues siendo tan bella no hallaste con quién, elige a tu gusto aquí tienes cien.
La viudita recorre el círculo corriendo y se detiene delante de la compañera que prefiere y canta:
Elijo a esta niña por ser la más bella, la blanca azucena de todo el jardín.
Se toman del brazo y salen, mientras las demás cantan para terminar.
Y ahora que hallaste la prenda querida, feliz a su lado pasarás la vida.