Unos dicen que soy gorda, sin embargo soy delgada. De todos modos me comen, sea blandita o sea tostada.
Dos cosas, estando juntas, pelean hasta morir; pero ambas las precisamos cada día para vivir.
Enmedio de tres cerritos está un llanito y abajo está un infiernito.
Soy nacida de la tierra y afermentada en el agua, le doy gusto a todo mundo y después me vuelvo nada.
Se levanta cual la nube y es muy blanco su color, pero siempre cuando sube le da susto al cuidador.
Es su madre tartamuda, es su padre buen cantor, tiene el vestidito blanco y amarillo el corazón.
Capa sobre capa que en el monte se destapa.