Los niños de Quintana Roo lo juegan y lo conocen con este nombre. En Campeche les gusta mucho y lo llaman La varita mágica.
Para jugar al ciego se necesita una varita pequeña, un pañuelo y que todos los niños se conozcan por su nombre. Los jugadores forman un círculo tomados de las manos. Un niño, que escogen para que sea el ciego, se queda en el centro con los ojos vendados y su varita mágica en la mano.
El círculo gira lentamente, mientras los niños dicen (a su antojo): "el gato dice ¡miau!", "el gallo dice ¡kikirikí!", "el perro dice ¡guau!", etcétera.
Entonces el ciego toca con su varita mágica a algún jugador y la rueda deja de girar. Y el ciego imita el sonido de algún animal, por ejemplo, el relincho de un caballo. El jugador tocado con la varita tiene que repetir lo mismo.
Si el ciego reconoce de qué compañero se trata, pasa a la ronda. Y el otro niño será el ciego hasta que logre identificar la voz de alguno de los de la rueda. Si lo intenta tres veces y no lo logra se le pondrá un castigo.
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