De nuevo le toca cantar y bailar a María Cumbé y los demás la acompañan
con palmadas:
A mí me gusta la menta,
la yerbabuena también,
pero más me gustan
los ojos de usted.
María Cumbé se detiene en el niño que esté frente a ella cuando termina
de cantar. Si es niño da una prenda y, si no tiene, pasa al centro para
bailar y ser María Cumbé. Además, se le dará tantita pamba. Pero si es
niña, sólo pasa a ser "María Cumbé"
El juego termina cuando todos los niños dan una prenda y reciben pamba
y todas las niñas han pasado a bailar.
Para recuperar las prendas, el dueño hace una petición que tienen que
cumplir sólo las niñas.
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