Dice el tío Alejandro que cuando las sahkaberas reciben la visita de las golondrinas, es el primer aviso de que caerá la lluvia para que florezcan las matas y den, más tarde, frutos.
Después de este aviso vienen otros, dichos por los cantos de los pájaros: chifla la x'kok, canta el cardenal, silba el uixo, revolotea la golondrina en lo alto del cielo y lanza su trino agudo a los señores del viento. Todos dicen en su lengua que se ha terminado la espera y que pronto la lluvia regará las milpas.
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