Este distinguido personaje
de nuestra galería no tiene
una forma definida;
los campesinos mayas dicen
que camina debajo de la tierra
y sólo por las noches toma
la forma de un zorro.

Ya transformado se roba
las mazorcas de la troje
o se mete en la paja
de los techos de las casas
para despertar a los durmientes
y si no se despiertan, araña
las paredes y las puertas
o empuja las ventanas, hasta lograr su propósito.