Presentación

   
 

Nuestro país está lleno de historias, leyendas, cuentos, refranes, coplas y cantos. Cada rinconcito de México guarda el murmullo de niños que, como tú, juegan y se alegran escuchando a sus abuelos o a sus padres contarles pedazos de su vida y de sus sueños.


   

 

Yo vivo en uno de esos rincones de México. Vivo en Yucatán y voy a contarte cosas que otros niños me han contado, quiero decirte las leyendas que los viejos sabios me han confiado, para que conozcas un poco del aire, del canto de los cenotes, del color de las aves y los animales del campo.

Quiero presentarte también a los fantasmas buenos —y otros que no tanto—, duendes traviesos a los que llamamos aluxes, y que sepas como son los nombres de las cosas en esa lengua dulce, clara y rítmica que es el idioma maya.

Tal vez algunas historias te parezcan tristes o te den miedo, pero no quiero dejar de contártelas porque entonces ya no sabrías cómo es en verdad la gente que me las dijo. El indio maya a veces cuenta historias de miedo o de tristeza para que así no le gane la pena y pueda hacer fiesta por las cosas que lo ponen alegre, y lo que más feliz le hace es poder compartir lo que tiene.

Yo sé que todos los que ayudaron a formar este libro están contentos de que lo leas, porque así comparten contigo un pedazo de su vida, de su pan, de su amor por la tierra y por sus costumbres más antiguas. Y más contentos se pondrán si al terminar de leerlo compartes cada cuento, leyenda, canto y juego con otros niños.