Los cuentos, los cantos y los versos son elementos que siempre han estado
presentes en el perfil cultural de quienes habitan en las comunidades
rurales de México. En ellos se atesora una rica narrativa que se transmite
de generación en generación, de manera espontánea, sin la formalidad de
un texto y sin el marco de un estilo rígidamente determinado.
Quizá la razón de que fluyan generosamente tales manifestaciones se encuentre
en la sensibilidad y en la sencillez del hombre del campo, propenso siempre
a identificarse con todo cuanto surge de su ambiente. Tal vez esas manifestaciones
artísticas se propaguen por útiles, ya que en muchas de ellas se enseña
y se aprende, se aconseja o se reprende. Lo que resulta incuestionable
es que la narrativa tradicional representa un renglón muy importante en
el campo mexicano.
Por otra parte, tampoco puede negarse que el atractivo que rodea a las
narraciones tradicionales se deriva de la fuerte carga de gusto que llevan
en sí. El placer de contar y el placer de escuchar se unen por medio del
puente de esas narraciones, estableciendo lazos entre los hombres.
El Consejo Nacional de Fomento Educativo, interesado en estimular las
manifestaciones culturales de las comunidades a las que proporciona servicios
educativos, convocó a sus instructores comunitarios, jóvenes conductores
del aprendizaje en cada uno de los cursos establecidos, para que fueran
recopiladores de la cuentística tradicional.
La convocatoria "Cuéntanos lo que se cuenta" se creó con la finalidad
de rescatar y preservar relatos "de los que se contaban antes", de los
que todavía se cuentan a la sombra de los árboles, en el calor del hogar
y en los lugares de concurrencia pública.
Gracias al respaldo de los instructores en las comunidades, aunado al
de los tutores docentes que desempeñan un servicio social en los centros
de capacitación instalados por CONAFE, todos ellos comprometidos con la
educación y la cultura, la convocatoria tuvo una respuesta extraordinaria:
se recopiló casi un millar de relatos.
De esta cosecha de cuentos tradicionales abundante, como las mejores
recolecciones de los labriegos fueron seleccionados los que están
contenidos en este volumen, que ahora se publica como un reconocimiento
al talento y a la ágil imaginación de nuestra población rural. |